domingo, 25 de enero de 2009

Antonio Meucci verdadero inventor del teléfono

Si se habla de quien inventó el teléfono seguro se piensa en Alexander Graham Bell, pues así se ha divulgado desde finales del siglo XIX y aparece consignado en la mayoría de las enciclopedias y libros.

Sin embargo, el verdadero autor de ese aparato que hoy nos resulta imprescindible fue Antonio Meucci, ingeniero, nacido en Florencia, Italia, en 1808. Contratado como mecánico del Teatro Tacón, actual Gran Teatro García Lorca, vino a Cuba, en diciembre de 1835, en compañía de su esposa. Poco después, en 1844, por acuerdo del gobernador de la Isla, estableció un pequeño taller para el galvanizado de material militar de sables. Pasó el tiempo y en 1849, por casualidad, mientras empleaba un método para curar enfermedades mediante descargas eléctricas, descubrió que la voz podía viajar mediante impulsos eléctricos a través de un cable de cobre.

Meucci dijo al periódico II Commercio di Genova, el 1 de diciembre de 1865:

(…) Vine a descubrir que con un instrumento sostenido junto a la oreja y con la ayuda de la electricidad y un alambre metálico, uno podía transmitir la palabra exacta sosteniendo el conductor en la boca y apretándolo entre los dientes, y dos personas podían ponerse en comunicación directa a cualquier distancia sin necesidad de comunicar sus secretos a otros.

... a partir de este momento esta fue mi imaginación, y reconocí que yo había obtenido la transmisión de la palabra humana por medio de un alambre conductor unido a varias pilas para producir electricidad, y le di inmediatamente el nombre de telégrafo parlante.

Para perfeccionar su creación, partió para los Estados Unidos, donde tras numerosos trabajos construyó su primer teléfono electromagnético, que luego perfeccionó. En 1871, cinco años antes que Alexander Graham Bell, presentó una solicitud de patente preliminar nombrada telégrafo de sonido, pero esta caducó por falta de dinero pues Meucci no pudo pagar los derechos de renovación.


Imagen del teletrófono original diseñado por Meucci.


Bell robó la idea del italiano que había acudido con los papeles del invento a la Western Union, compañía donde el primero trabajaba. Se entabló una encarnizada polémica por la paternidad de la invención del teléfono donde el norteamericano venció dados sus recursos financieros.

Dice un refrán que más vale tarde que nunca y, tras mucho batallar, gracias a las presiones de historiadores e grupos italoamericanos el Congreso de los Estados Unidos recomendó en la resolución número 269 del 25 de septiembre de 2001 lo siguiente: La vida y logro de Antonio Meucci deben ser reconocidos, así como su trabajo en la invención del teléfono.



1 comentario:

Anónimo dijo...

esta toda la historia